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Bogotá, martes, 22 de marzo del 2,011 / Columna 301 / 393 palabras.
PLANETARIO
¡ Duro con él !
VICENTE TORRIJOS R.
En los años ochenta, Muamar Gadafi era el mejor ejemplo de dictador dedicado a promover el terrorismo internacional.
Fue sometido a bombardeos y sanciones, pero, en vez de mejorar su conducta, se radicalizó como delincuente.
Entonces, el castigo se hizo más riguroso y la comunidad internacional se comprometió solemnemente a no darle respiro.
A comienzos de la presente década, y ya completamente asfixiado, Gadafi llegó a la conclusión de que era necesario aceptar la derrota.
Por tanto, el tirano indemnizó a sus víctimas, entregó sindicados y se comprometió solemnemente a no reincidir.
Al fin y al cabo, la Corte Penal Internacional aún no existía y todavía era posible negociar con terroristas que habían incurrido en crímenes atroces.
Reeducado y sumiso, Gadafi se convirtió en la muestra tangible de que las sanciones pueden ser efectivas siempre y cuando las grandes potencias se comprometan solemnemente a no violarlas.
Así las cosas, él fue readmitido en el concierto de las naciones, se reinsertó positivamente en la sociedad internacional, y pudo interactuar nuevamente en un ambiente de relativa cordialidad responsable.
De hecho, la recompensa que obtuvo por su acatamiento del orden fue uno de los principales honores concebibles : presidir el mismísimo Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
Pero, obnubilado por tanta benevolencia y tan sincera acogida, comenzó a rodearse de dictadorzuelos como Castro, Ortega y Chávez que fueron malogrando el tratamiento correctivo al que había estado sometido.
Así que, este año, cuando sus ciudadanos se echan a la calle exigiendo reformas democráticas, a él no se le ocurre otra cosa que aferrarse al poder mediante la represión, la persecución, la indolencia.
Lejos de asimilar las lecciones egipcias impartidas por Mubarak y Tantawi, Gadafi les ordena a sus tropas lanzarse sobre los disidentes con el fin de exterminarlos.
En consecuencia, y sin más remedio, las grandes potencias someten al reincidente a un tratamiento de choque, le embargan sus bienes, restringen sus movimientos y ponen su caso en manos del tribunal penal mundial.
Enfrascado en un juego de suma cero, Gadafi se embriaga, no alcanza a entender los alcances de la resolución 1970, y pierde todo contacto con la realidad.
En resumen, Libia logra, finalmente, deshacerse de la tiranía para comenzar a construirse como sociedad democrática, liberal y globalizada.
Que es, justamente, lo que deberían hacer Cuba, Nicaragua y Venezuela … ahora, que todavía están a tiempo. +++
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